No existe una sola característica que haga atractiva a una persona, sino que hay multitud de influencias biológicas y de comportamiento implicados en ello, por ejemplo, la cara, el cuerpo, la forma de caminar, los gestos, la forma de vestir, la forma de hablar y por supuesto, la forma de comportarse.

Es complicado saber qué es exactamente lo que a trae a una persona del sexo opuesto, aunque la apariencia física influye de forma decisiva.
El atractivo físico tiene gran importancia para el inicio de las relaciones, pero con el paso del tiempo hay otros factores que adquieren mayor importancia en la atracción, por ejemplo los aspectos psicológicos:
- reciprocidad en la admiración, el cariño y el aprecio
- proximidad en el espacio
- similitud en actitudes, gustos y opiniones
- compartir emociones
Finalmente no basta con que dos personas se sientan atraídas. Es necesario comunicar esa atracción, es decir, emitir y recibir señales que lo pongan de manifiesto.
Las señales de comunicación son muy variadas:
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